El 21 de agosto de 1971, con goles de la delantera Elba Selva, la selección argentina derrotaba a Inglaterra por 4-1 en el Mundial no oficial de México y – sin saberlo – sembraba una semilla que florecería más de 40 años después.
"¿Por qué se autodiscriminan? Ya existe un Día del futbolista? Pidan que las incluyan en ese y listo”,
“¿Ahora, además, quieren un Día de las futbolistas? Qué pesadas”,
“Hay cosas más importantes para el deporte que declarar el Día de las futbolistas, hay otras prioridades”.
Esas son algunas de las cosas que se escuchaban y leían cuando se busca instalar al
21 de agosto como el día para
homenajear a las jugadoras de fútbol de nuestro país. Al menos, son algunas de las que no intentaban ofender de manera explícita ni utilizaban insultos para oponerse a la propuesta.

Ya es sabido por muchos y muchas, pero no está demás repetirlo: en esa fecha, en el Mundial femenino de México ’71 (aún no reconocido por la FIFA),
nuestra selección nacional derrotó por 4-1 a Inglaterra. Fue en el
Estadio Azteca y frente a 110 mil personas. Sí, la misma cancha donde 15 años más tarde se inmortalizó el histórico triunfo del conjunto masculino frente al mismo riva.
¿Otro dato curioso? Hace unos meses y por pedido de
Futbolistas Argentinos Agremiados, AFA decidió cambiar el actual
Día del futbolista (14 de mayo, por el gol de Ernesto Grillo en 1953) al 22 de julio, en honor al segundo
gol de Maradona a Inglaterra en aquel Mundial ’86. Por un lado, fechas de sobra para elegir. Por el otro, los primeros pasos en la recuperación de una historia oculta, sesgada e invisible.
Puede ser, entonces, que allí se encuentre una de las claves para entender por qué se peleó para oficializar al 21 de agosto para las futbolistas mujeres. Luego de vivir a la sombra de sus pares varones y sus correspondientes "gestas" durante décadas, para muchas referentas y diversos espacios y organizaciones, no hay más tiempo. Llegó la hora de
reconstruir la historia y visibilizarla, como acto reivindicatorio y como una herramienta para fomentar, además, la profesionalización de la disciplina.

“Esto tiene que ver con la invisibilización de todo lo que tenga que ver con las mujeres en la sociedad”, afirma
Luky Sandoval, ex arquera y responsable de haber comenzado a reunir, no solo a aquellas
Pioneras del ’71, sino también a las representantes de la década del ’50 y hasta los años ‘90. “Soy una cabeza dura y
no pienso morirme antes de que se reconozca la historia de mi deporte”, solía decir cada vez que hablaba del tema.
En 2019, la Legislatura de la Ciudad de
Buenos Aires convirtió en Ley la celebración del 21 de agosto como el
Día de las Futbolistas. En aquel primer festejo, donde se hicieron presentes muchas de las jugadoras históricas y actuales, hubo alegría, recuerdos y – sobre todo – reconocimiento a la necesidad de
seguir poniendo en la agenda mediática y política al fútbol femenino.
La arquera de la selección del '71,
Marta Soler, dijo en el evento: “Las mujeres jugamos honestamente al fútbol. Después de haber sido invisibles durante tantos años,
este día yo lo siento como un milagro”. A su lado estaba sentada
la capitana del equipo, Angélica Cardozo, quien agregó: “Parecía imposible pensar en esto
después de 48 años de olvido”. Esas jugadoras, que
nunca habían usado botines hasta llegar a México para jugar un Mundial, empezaban también a resignificar su historia personal.
A principios de este año, a nivel nacional, el proyecto para sancionar esta celebración solo contaba con media sanción y parecía que así continuaría. Sin embargo, el empuje y el reclamo no se detuvieron y la lucha se convirtió en ley. El 30 de noviembre, por unanimidad, el Senado de la Nación lo aprobó y ya es oficial:
el 21 de agosto es el Día de las Futbolistas Argentinas.
Una fecha es, muchas veces,
más que un casillero en un calendario. También puede ser el terreno donde se siembren futuras conquistas y se amplíen derechos presentes. Es una forma de
sostener, desde la memoria, lo construido. Una forma de no perder de vista el arco, de no tirarse para hacer tiempo, de no dormirse
en el entretiempo, de no tocar para atrás.
La autora de los cuatro goles del triunfo frente a Inglaterra en el ’71 se llama
Elba Selva. En ese nombre se encuentra representada la identidad de todas las jugadoras del pasado, del presente y del futuro. El
21 de agosto del año pasado, recordando lo hecho con sus compañeras y reflexionando sobre el Día de las futbolistas, dijo: “Nosotras pasamos momentos difíciles porque no teníamos nada, pero siento que eso ya pasó.
Ahora se viene lo más lindo porque hay chicas jugando por todos lados. Lo que hicimos, entonces, no fue en vano”.
